jueves, 12 de diciembre de 2013

Musicalizando las aulas y la vida familiar

En esta ocasión me gustaría contaros lo maravilloso del uso de la música con los niños/as.

La música es un lenguaje formal que tiene una estructura como la de cualquier otro lenguaje y en este sentido, a nivel cognitivo, también es capaz de estructurar el pensamiento, aumentando la capacidad de memoria, atención y concentración de los niños/as. Como intrínsecamente va unido al ritmo, inicia en la estructuración temporal métrica del mismo y combinado con el movimiento, mejora la estructuración espacial, la psicomotricidad, etc.

Pero además tiene otra capacidad maravillosa que es la de generar emociones (alegría, tristeza, sorpresa...) con lo que resulta muy útil a la hora de trabajar la inteligencia emocional, enfatizando aquello que queremos expresar.

Si tenéis la posibilidad de utilizarla junto con la narración de cuentos orales, veréis que la atención resulta tanto mayor que la imagen. Así también trabajamos la atención a través de la escucha, quizá algo más olvidada que la retentiva visual, y de suma importancia.

En las imágenes, una actividad que llevé a cabo en el CEIP El Parque de Rivas, con una flauta travesera para los alumnos/as de cinco años. Se trató de una adaptación del cuento El Flautista de Hamelín. Y la verdad es que la atención fue excelente. Al final de cuento, hablamos sobre animales, nadie tenía un ratón por mascota, pero sí gatos, perros y peces. La cosa derivó en esto y fue muy divertido.

Yo tengo la suerte de estar aprendiendo a tocar este instrumento, pero funciona de igual modo con una sencilla flauta de pico, con un triángulo, con crótalos, castañuelas, un pianito... En lugar de utilizar un libro físico, la narración oral resulta muy atractiva acompañada de cualquier instrumento.

¡Animaos también en casa!






jueves, 7 de noviembre de 2013

Pintarena (adaptación para bebés)

Esta es la misma actividad que realizamos con los grupos de 1-2 y 2-3 pero adaptada al aula de bebés. Como se trató de un proyecto internivelar, procuré que todas las actividades pudieran realizarse en todos los grupos de la escuela. 

La adaptación no fue muy complicada: la arena la sustituí por pan rallado (que en este caso, era pan rallado sin gluten porque había varios bebés que padecían intolerancia); el engrudo se realizó igualmente pero con harina de maíz, lo que confirió un dulce aroma a galleta durante la actividad.

Para realizarla, como veis en las fotos, dejamos a los bebés experimentar con los materiales libremente; muchos de ellos experimentaron también con e paladar, fue muy gracioso ver cómo se comían la mezcla que sabía a papilla de galleta.

También escogí como soporte un gran cartón blanco cortado de forma circular, que abarcaba todo el centro del aula. Esto permitió que los niños/as tuviesen más espacio para experimentar y explorar.

El resultado fue excelente: Una gran luna gigante, que sirvió para unificarlo con el cuento ¿A qué sabe la luna?

Para que las familias pudieran disfrutar y conocer lo que se había trabajado, colgamos la luna en el aula y realizamos una exposición en blanco y negro las fotos de los niños/as durante la actividad. A las familias les gustó muchísimo. Aquí tenéis una muestra de esas fotos.

¡Saludos!






domingo, 3 de noviembre de 2013

La luna y los colores

Esta actividad sobre el color la implementé por primera vez en la Casa de niños de Morata de Tajuña II cuando aún estaba estudiando para ser educadora infantil. Posteriormente la he llevado a cabo en otras escuelas infantiles con el mismo éxito. Es una actividad muy lúdica porque los niños/as pueden participar y experimentar con los colores primarios de una manera muy simple, jugando y combinando los colores con una mesa de luz que los proyecta.

Como siempre, la utilización de un cuento, en esta ocasión una historia de cosecha propia sobre cómo la luna se asoma durante el día para poder disfrutar de los colores. De esta manera trabajas el blanco y negro después el color a la vez que se le da una explicación mágica a por qué la luna a veces está en el cielo cuando es de día.

Los objetivos de esta actividad podrían ser, entre otros:
- Experimentar con colores primarios (rojo, verde, azul, amarillo)
- Descubrir las emociones: alegría, sorpresa, tristeza
- Descubrir combinaciones con los colores primarios a través de la experimentación
- Disfrutar con otras modalidades de narración de cuentos

Para la actividad necesitaremos los siguientes materiales:
- Retroproyector
- Tela blanca o pared para proyectar
- Siluetas que acompañen la narración del cuento
- Figuras geométricas de colores primarios traslúcidas

El desarrollo podría ser el siguiente:

Inicio: en la asamblea se explica que les vamos a contar un cuento sobre la luna y los colores y que nos vamos a sentar a verlo. Se les explica que vamos a bajar un poco las persianas para verlo mejor.
Desarrollo:
parte I: se proyecta el cuento y se va narrando haciendo énfasis en el nombre de cada color que se proyecta y en cada expersión de emoción
parteII: a continuación se permite a los niños acercarse al retroproyector para que puedan explorar con los discos de colores sobre la mesa de luz y probar distintas combinaciones. También se puede dejar a los niños y niñas jugar con las manos y hacer juegos de sombras.
Cierre: para cerrar la actividad se les pregunta a los niños si les ha gustado la actividad y se puede volver a leer el cuento y se anotan las observaciones de evaluación.

Es también muy interesante, como ya os he comentado en otras ocasiones, trabajar con objetos mágicos. Yo he utilizado pañuelos de colores que cambian de color "mágicamente"para terminar la actividad, de tal manera que hago énfasis en los colores trabajados: -¿Veis estos pañuelos? ¿de qué color son?-  Ellos disfrutan muchísimo y yo también viendo sus caras.

Aquí os dejo unas imágenes de la actividad implementada.
¡Saludos!





domingo, 13 de octubre de 2013

La expresión plástica en infantil: "Yo no busco, encuentro", o por qué trabajar con materiales con niños y niñas

Para mi la frase "yo no busco, encuentro" atribuída a Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) resume y engloba el significado del carácter que tiene la actividad artística en la etapa infantil. Explorar, investigar, experimentar, observar…todo ello enfocado a la experimentación con las técnicas artísticas. Los niños y niñas de edades comprendidas entre 0-3 años manejan las técnicas desde el punto de vista exploratorio. A través de estas exploraciones pueden interiorizar las propiedades de los objetos, las formas, el volumen y el tamaño; la capacidad de expresión que tiene el color; experimentar con las texturas y volúmenes, y es mediante esta experimentación como conocen el mundo que les rodea y lo disfrutan, se recrean y también lo van formalizando.

Toda actividad artística se convierte en el medio con el que establecer un diálogo muy enriquecedor con el entorno físico y social, desarrollando en él capacidades creativas y a la par una actitud estética hacia el medio; contribuye al desarrollo de la personalidad, porque ayuda a construir pensamiento, le proporciona un método de expresión y le capacita para apreciar esta forma de lenguaje. Es por tanto, un instrumento más de formación del ser humano que además estimula la imaginación y fantasía[1].

Esta actividad holística que representa la expresión plástica pone en marcha capacidades tales como:

o   Sentir (la realidad externa e interna)
o   Percibir (organizador de las informaciones recibidas)
o   Retener (mentalmente imágenes)
o   Elaborar (las imágenes mentales que se representan de una manera personal y unívoca)

La expresión artística se convierte en la manifestación de los procesos mentales que conducen al conocimiento último de la realidad formal del entorno y a la  formulación de ideas obtenidas a partir de la realidad en su triple enfoque[2]:

o   Capacidad de percibir
o   Capacidad de realizar
o   Capacidad de establecer juicios

Expresión plástica en el primer ciclo de infantil

Ya se ha manifestado el carácter holístico e integrador que cumple el trabajo en el aula con actividades plásticas en la etapa 0-3.
Cuando se trabaja con actividades de expresión plástica en infantil, los niños y niñas expresan y se comunican con elementos y recursos que colaboran en el desarrollo de:

o   La curiosidad exploratoria e indagatoria
o   La capacidad referencial
o   La capacidad de la libre expresión, espontánea, con descarga o no de energías y tensiones
o   La capacidad de comunicación
o   La capacidad de reflexión y valoración propia de su experiencia y de la experiencia de otros a través de la observación
o   La creatividad, la imaginación y la fantasía

La expresión plástica tiene la facultad de comunicar y de representar y les sirve a los niños y niñas como nexo entre su mundo interior y el mundo exterior al ser un instrumento que posibilita la interacción, la representación y la expresión de las vivencias[3]. Por ello, resultaría casi ineludible trabajar actividades plásticas para contribuir al desarrollo global e integral de los niños y niñas.

La creatividad en la etapa infantil

La función de la creatividad viene ligada de manera intrínseca al desarrollo de la función imaginativa. Esta etapa que se inicia a partir de los dos años en adelante, con la aparición del juego simbólico, abre el camino expansivo a la creatividad.

La creatividad es un acto humano que tiene su función en el intelecto humano: el pensamiento divergente. Consiste en la elaboración de soluciones originales o generación de nuevas ideas o conceptos que producen soluciones originales que permiten modificar y transformar el mundo. Esta capacidad de inventiva guarda estrecha relación con la heurística (del griego ερίσκειν, hallar o inventar) con la que se trabaja en esta etapa, de manera que el niño descubre cosas nuevas a través de la exploración, experimentación y descubrimiento. Si en los primeros doce meses se trabaja con cesto de los tesoros, entre los doce y veinticuatro meses con el juego heurístico, la expresión plástica en gran medida puede contribuir a este hallar en las etapas posteriores. La plástica no cumple solo una función artística hedonista sino que es un reinventar constante a través de la manipulación de materiales con multitud de posibilidades de expresión que estos brindan. Entendido de esta manera, las técnicas artísticas son la base, el recetario del que partir para dar paso a la espontaneidad e imaginación expresiva. No tanto en el sentido ortodoxo de enseñar la técnica y su funcionamiento, sino en mostrar la técnica desmenuzada para que el niño/a la interiorice a través de la manipulación dando paso al aspecto más íntimo de la creatividad.




[1] VV.AA.: Educación artística y arte infantil, 2000.
[2] VV.AA.: Educación artística y arte infantil, 2000.

[3] VV.AA.: Didáctica de la expresión plástica en infantil, Univ. de Oviedo